640 m.
Estación de metro Flaminio - Piazza del Popolo 730 m.
Flaminio Train StationPuedes recorrer a pie el área residencial de el hotel. Lugares cercanos: Piazza del Popolo, Passetto di Borgo y Lepanto.
Tus vacaciones deben ser cómodas Hotel «Hotel Dei Mellini» se encuentra en Roma. Este hotel se encuentra a corta distancia del centro de la ciudad.
Si no puedes vivir sin café, deléitate en la cafetería. Hay disponible wifi gratuito en las instalaciones.
Puedes hacer una pausa en el bar. Disfruta un momento ameno en el restaurante.
Si viajas en auto, puedes aprovechar el estacionamiento. Los servicios de belleza y bienestar: una sala de masajes y un solárium.
Solicita más información al hacer check-in.
En las instalaciones, encontrarás lo siguiente: mesas de ping-pong y un área con parrillas.
Los fanáticos de los deportes podrán aprovechar un centro deportivo, una sala de ejercicios y un área de mesas de ping-pong. Prepárate para unas vacaciones divertidas y emocionantes.
Para reservar una excursión, consulta al sector de asistencia turística del hotel. Puedes salir de viaje con tu mascota.
Para reuniones de negocios, el alojamiento ofrece un salón de conferencias. Los niños estarán felices, ya que hay una sala de juegos para ellos.
Si quieres tener un viaje aún más cómodo, puedes solicitar un traslado. Accesibilidad: hay elevador/ascensor.
Se aceptan mascotas.
Esto es lo que encontrarás en la habitación para descansar después de un día largo: una ducha, una TV, un minibar y pantuflas. Ten en cuenta que no todas las habitaciones incluyen todos los servicios mencionados.
A disposición de los huéspedes, también se ofrece una sala de lavado, servicio de limpieza en seco, planchado, prensa, alquiler de autos, una caja de seguridad y un conserje. El personal del hotel habla inglés, español, italiano, alemán y francés.
Disfrutamos de un maravilloso descanso de 3 noches en el hermoso Hotel dei Mellini (llegamos el lunes de Pascua) para celebrar mi cumpleaños. Nuestra suite junior era muy atractiva, cuidadosamente diseñada y nos recibieron a la llegada con una botella de Prosecco de cortesía en la habitación. Todo estaba impecablemente limpio y el personal era amable y acogedor; la terraza con tumbonas era una adición encantadora. También pensamos que el hotel estaba perfectamente situado en una calle tranquila a medio camino (casi! ) entre el concurrido centro y el Vaticano.
Básicamente, volvería en un instante!