La Casa del Rio

Hotel

Bonitas las habitaciones pero el cuarto que nos tocó no servía el boiler.
En el desayuno no alcanzamos jugo, lo que indica que no tienen bien planeado lo que van a ofrecer a sus huéspedes.
El internet muy malo. No llega a las habitaciones.

Recomiendo este lugar a las personas altamente deportivas, las habitaciones son cómodas y puedes dormir en completo silencio por las noches. Es preferible que tengan planes para salir todo el día porque no tienen servicio de restaurante ni snack. (Desde la entrada al edificio principal se ve una caja expendedora de chicles ya en estado de descomposición, secos, partidos, y decolorados) Ofrecen un desayuno en base de frutas, yogur, cereal, café, leche o jugo de naranja.
De igual forma incentivan el reciclaje, el cuidado del agua y la luz.
Este hospedaje es bueno para las personas que gusten bañarse con agua templada, casi fría (me tocó bañar un lunes a las 9:30 am. Y el agua caliente no superó mi calor corporal 36°) también les debe gustar las duchas de 5 minutos porque esa es la duración del agua "caliente".
Me gustó el lugar pues su paisaje es hermoso y justo al lado corre un río que sirve de fondo para una excelente relajación.
La atención del señor Efraín se lleva 5 estrellas, ya que siempre estuvo atento, amable y servicial y proporcionó su número telefónico personal para cualquier cosa. Muy bien por él.

Estuvimos el fin de semana en familia. Francamente nos decepciono, La habitación no tenia las camas que habíamos reservado, el Wi-Fi nunca funciono bien (teníamos que acercarnos a la puerta o salir de la habitación para poder usar el internet), la leña de la chimenea tiene un costo adicional (lo cual es absurdo teniendo en cuenta el costo de la habitación), la chimenea no tiene buen tiraje y se nos lleno de humo toda la habitación por lo que tuvimos que abrir la ventana a media noche.
El shampoo y el jabón están en dispensadores plásticos como los de los baños públicos, y la calidad de los productos no están a la altura de un hotel boutique. En la habitación no hay cafetera (solo un calentador de agua plástico), no hay agua de cortesía.
Las instalaciones exteriores presentan deterioro y les falta mantenimiento, Las sillas de los jardines y miradores están sucias.
Lo único rescatable es la atención del señor Efraín quien nos recibió de la mejor manera y fue siempre muy atento. También la terraza del desayuno es muy agradable.
Definitivamente no recomendamos este hotel, pésimo balance calidad-precio.

El hotel está ubicado en una calle muy tranquila rodeado de un masgestuoso bosque. El tranquilizante ruido del agua corriendo se escucha en toda la propiedad. Las habitaciones están bien equipadas y todas cuentan con chimenea, el mantenimiento del lugar es adecuado y la atención de Saul es excelente. Sin embargo si quieres pagar con tarjeta de crédito te cobran un 16% más el 3% de la comisión del banco. Quizás es entendible la comisión del banco, pero cobrarte el IVA cuando ellos ya lo deberían incluir en su precio demuestra que el lugar evade impuestos.

Excelente servicio, es un hotel muy pintoresco y cómodo, regresaría.

Pésimo lugar no está en valle de bravo está en avanzado estado un fraude.

Si lo que buscados un lugar aislado de todo, ese es el lugar adecuado.

Hotel ido boutique. Alejado de toda cuestión tecnológica. Esta bien para desconectarse un rato de todo.