Hotel le Corbusier

Hotel

Tenemos que venir a este hotel con pleno conocimiento de los hechos: este no es un hotel renovado donde se puede encontrar el último diseño o innovaciones, es un antiguo lugar (cerca de 50 años), integrado en un monumento histórico emblemático, con todos los Limitaciones que esto implica, y que sus operadores han optado por mantener el máximo en su jugo.
Así que las habitaciones no son fáciles de mantener, con sus rincones, los marcos anticuados tobogán un poco difícil, las habitaciones individuales son pequeñas y comparten un WC para dos.
Pero aparte de eso, llegamos a un edificio emblemático, en el que podemos quedarnos, mientras muchos turistas vienen de todas partes del mundo sólo para verlo.
Una gran vista, una bienvenida informal y amable, sólo diría que el desayuno podría ser mejorado.
Así que no venga a este hotel por casualidad, pero estar dispuesto a aceptar las pequeñas restricciones que van con el estado del edificio, y allí se puede apreciar.

La mágica posibilidad de vivir una noche en un monumento de arquitectura moderna. Habitaciones originales y amuebladas con esmero.

Lugar mágico … no dudes en ir a dormir y comer… cálida bienvenida en el hotel y en el restaurante … incluso conocemos a las personas que vienen a beber un café o una copa…

Reserva una habitación con una vista sobre el agua. La noche de la estancia incluye el acceso a la Brutalista techo scape.

Mi pareja y yo nos alojamos por dos noches. Ambos somos diseñadores de interiores e industrial) y los estudiantes de le Corbusier en su trabajo. Camina alrededor de este increíble edificio que fue un verdadero placer. Sin embargo, el hotel no hacer un esfuerzo para ser auténtico a le Corbusier en su ethos. Nuestra habitación tenía muy poco original, las características y los 145€ por noche la pasamos parecía mucho para un unconsidered habitación. Como Cassina ha reproducido casi todos los muebles de le Corbusier hace, no hay excusa para no tener estas habitaciones reintegrado a su antigua gloria.

Ya conocíamos a Le Corbusier de su famosa Chapelle de Ronchamp, y por ser un arquitecto de tanto renombre nos acercamos a la Cité Radieuse… Sin tener ni idea de arquitectura creo que no merece la pena porque el edificio estéticamente es bastante feo… así que no lo recomiendo a los no entendidos en arquitectura.

Es un privilegio de alojarse en un edificio de este significado, una del siglo 20 hito. Las habitaciones son Espartanas, la ubicación es un poco remota, pero nada de esto importa a un arquitecto o diseñador. El propietario ha reformado la propiedad y mantiene un ojo vigilante sobre su funcionamiento, y es una mina de información útil.

Al reservar una noche en la ciudad brillante sabes a donde vas y eligió. Es un hotel donde usted se sienta bien. Además podrá disfrutar de la terraza con una hermosa vista de Marsella.
Sin embargo tuvimos una mala experiencia con los empleados del hotel que olvidó reservar nuestra segunda noche, entonces lo que había sido confirmado. Dio lugar a una acalorada discusión con el propietario. Esta mala experiencia que finalmente un final feliz para nosotros porque hemos sido capaces de permanecer en la habitación.
El hotel Le Corbusier se recomienda a todos los amantes de la arquitectura que pasarán una noche en un hotel con carácter. Dueños de casa que tienen también.

Mi experiencia fue esencialmente académico con este chef d'oeuvre. La mayoría de los intresting aspecto de este proyecto, en mi opinión, es que el espacio público es lifetd a los pisos, el desplazamiento vertical de la experiencia de los lugares que de otra manera se encuentran comúnmente en la planta baja. Esta Idea genera una nueva manera de vivir que permite imaginar newways de diseño de las ciudades. Lamentablemente, esta arquitectura única que no ha sido imitado o regenerado suficiente para hacer un gran sentido de su leitmotiv.

Tienes que aceptar el hecho de que usted está viviendo en un museo, y apreciar la baja de la clave de instalaciones. Si usted quiere ser capaz de decir que recitó en un edificio de Le Corbusier, el hotel es perfecto. Es dirigida por un muy amable pareja, que fueron útiles con reserva de restaurantes, desde el restaurante del hotel estaba cerrado. Son personas muy ocupadas, y no creo que sea fácil para ejecutar un lugar, así que con que considerar, creo que el lugar es perfecto! Vivíamos en un apartamento con cocina original y mobiliario, sobre el 8-ésimos — isch piso, con balcón y espectaculares esposas sobre la ciudad y el mar. Como invitado no hay acceso a la azotea después de las horas de apertura, donde nos sentamos y tenía un vaso de rosė mientras que los niños se sumerge sus dedos de los pies en el techo de la piscina, de unos 30 cm de profundidad. Bastante espectacular! Si usted es un Le Corbusier fan de esta no te decepcionará.

Aprovechando la exposición de Le Corbusier, tengo estancia en el Hotel le Corbusier, fue genial, perfecta edequation con la exposición y el Brutalismo. Un ambiente Vintage un juego fuera de la temperatura pero a no replicar en el verano.

No se recomienda un Hotel con el Encanto de un Albergue y los Precios de un 3 Estrellas. El Desayuno es tan bueno como nada que ver con el Derecho a sólo 1 Croissant, la Vajilla y la ropa mismo de vuelta. Conclusión pura Estafa con el Nombre Corbusier. Inodoro con cuarto de al lado para compartir. La limpieza se ve diferente. Todo el Grupo de estudiantes de arquitectura con entusiasmo de la Casa entaeuscht del Hotel.

Estancia en habitación con vista al mar. Hotel un poco mal estado merece una actualización, pero nada sorprendente, que el hotel es agradable en este edificio inusual. El desayuno era caro con pocas opciones por 10 euros. A debe ir a disfrutar de la vista en el techo.