Hotel Montes

Hotel

Hemos estado en semana santa del 2018. Se trata de un pequeño hotel de dos estrellas prácticamente nuevo situado justo al lado de la catedral. Tamaño de habitación correcto, mobiliario cómodo y una galería acristalada que nos ha gustado bastante, con dos sillas y una mesita, desde la que pudimos ver incluso una procesión el viernes noche. Dispone de ascensor. Recomendable.

El desayuno era muy bueno. Reservar desayuno en otro lugar, el precio va claro…

Mi esposa y yo paramos aquí para una breve estancia en un recorrido más largo por el norte de España. La ubicación en una hermosa plaza con vistas a la Universidad y la catedral era maravillosa. Los miembros del personal eran muy amables y serviciales. Maravillosos restaurantes estaban a sólo unos pasos de distancia. Disfrutamos escuchando el suave goteo de la fuente en la Plaza y los sonidos suaves de músicos callejeros extraordinariamente dotados que flotan a través de nuestra ventana abierta. Nos negamos a irnos, pero sentimos que debíamos continuar nuestro recorrido planeado, que hicimos por una noche más antes de desguace nuestro plan original y regresar al Hotel Montes por el resto de nuestro tiempo en España. Sin duda nos alojaremos allí de nuevo. Ha pasado más de un año desde nuestra estancia, y todavía hablamos de ello todos los días.

Muy bien ubicado, habitaciones cómodas y personal muy amable.

Muy limpio y bien situado.

Excelente ubicación! Excelente trato! Muy recomendable! Sin duda, una buena elección.

Somos de Compostela y hoy fuimos a comer y el marisco estaba recalentado y muy malo. Pedimos una tabla de ibéricos y queso y eran 6 trozos de queso y 4 lonchas de un supuesto ibérico cortado a máquina. La verdad que muy muy mal. No repetiremos. Nada recomendable.

Llegamos a Santiago de peregrinación, tomamos en la terraza dos cafés y dos chupitos y nos cobran 13, 90 euros, para mi esto es una estafa me avergüenza que gente extranjera venga a nuestro país y se lleve la sensación de que le estafen, asi se lo transmiti al camarero que me cobro, pero le entro por una oreja y le salió por otra, no volveré seguro.

Estuve hace tiempo y me encantó tanto el trato, como el sitio. Repetiré cuando vuelva a Santiago.

La ubicación expectacular al lado de la catedral. Edificio histórico pero renovado con muy buenas calidades. El gran problema es el ruido que se cuela desde la calle y las campanadas cada hora y cada cuarto durante toda la noche.