Albergotto Natalina

Hotel

Un hermoso local también está la piscina.

La propiedad está rodeada de vegetación, en el campo, pero no es incómodo para alcanzar, tales como la ciudad con la mayoría de los servicios están a 20 minutos en coche. El hotel con todos Los servicios además de la comodidad de tener el restaurante en 20 m. El propietario es amable y siempre disponible. ¿Qué puedo decir? Es para visitar.

Estuve allí en agosto. Buena comida. Poca claridad sobre los precios.

UNA ubicación preciosa. Cocina para probar vale la pena ir allí!

Lugar de excepción, calidad absoluta. Bueno para los entendidos. Denota una tradición y una experiencia milenaria. Genial para. Parejas y para. Pequeñas empresas.

Desde Natalina excelente relación calidad-precio se come todo cocina piamontesa casera en una posada clásica.

Entorno único donde con la maestría Francesco Redoglia interpreta la cocina con originalidad y sencillez, cada vez logra asombrarnos con platos ligados al territorio pero nunca triviales… absolutamente recomendable.

¡ buena comida! ¡ Hotel pintoresco con todas las comodidades! Maravillosa hospitalidad del propietario. ¡Recomienda!

Comida de calidad y porciones abundantes, servicio a la manera adecuada y precio a los lugares. Volveré tan pronto como sea posible.

Excelente comida y de considerable cantidad. Cortesía en el servicio y celeri promedio. Precio ajustado a la calidad y ubicación sugerente.

Un muy buen descubrimiento, muy buen ambiente y gran cocina precio de alta calidad.

Buena comida, pero se tarda mucho tiempo para servir. El ambiente es muy acogedor. Menú fijo los sábados y quizás un poco caro a pesar de los diversos cursos.

¡ una cena divina, hospitalidad y amabilidad! Francesca y Paolo, Padua.

La atmósfera de otros tiempos, muy acogedor e informal platos preparados ad hoc típicos sabores de los locales, acompañados por sus clásicos vinos, y para terminar en belleza un sabor de grappa, mezclado por el propietario en un bonito menor demanda con el Grifo, felicitaciones.

Excelente relación calidad-precio. Cotechino con fondue de espectacular. Los vinos de la zona. Barberá debe ser juzgado. Dormí en el desván, techo con vigas de madera, ventana de Dormer que permiten a la luz de la luna y un silencio perfecto.

Alguna vez (por una persona en la zona) fue tan popular en cuanto a probar el restaurante Natalina: desde la primera entrada, acogedor local del aire sugiere la pasión con la que cada comensal se 'echa a perder'. De vinos a los platos principales (carne de Fajardo cuchillo corta en todo pero no sólo), de la primera (risotto en particular son de clase alta) a segundos, terminando con los dulces, no sabes qué elegir. La calidad y generosidad de la comida solo valen la pena (y más) visitas; la sorpresa feliz cuando termina, sólo recompensa para quien nos aloja, es la guinda del pastel!
De intentar una y otra vez durante todo el año, pero en el otoño la posibilidad de aumentar la tarifa local con excelente trufa es ese toque extra que hace que sea la mejor temporada. Por lo menos para mí.

La zona es muy bonita (Monferrato) ofrece espectáculo natural muy agradable. El restaurante pero no refleja enteramente el lugar donde es el lugar. La cocina no es especialmente desarrollado (ignora las especialidades locales que se encuentran girando un poco. ). Ver me sirven para un aperitivo de mozzarella (de dudosa calidad) con tomates cherry, como era Costa riviera me hizo pensar muy negativamente. Y también probar los otros platos fuertes — de maltagliati ragú que ni la sombra de ragú y el calabacín muy "Aguado", (entonces en algún momento, vio el mal hábito de la noche, se verificaron) no reflejaba la calidad sublime de Monferrato.