Tuvimos la oportunidad de descubrir este restaurante excelente con la operación en el restaurante comprado menú = menú ofrecido.
Teníamos la confianza de menú gourmet: 7 platos.
Hemos tomado como un vino de aperitivo que nos sirvieron con la boca que se divierte: una arena de carne de grisons, parmesano y una fera AIDA.
El menú comenzó con una emulsión de ensalada del jardín de la Posada. Una increíble textura, un sabor de la ensalada y una sensación de aire…
Luego continuamos con un excelente foie gras confitado, acompañado de sorbete de fresa y ruibarbo, TOP!
Hemos tenido la voluntad, la cocina fue perfecto y muy tierno pescado, servido con una emulsión de fane, setas japonesas, rábano blanco y nueces trituradas, que trajo la crisis al plato
Seguimiento para mí por char (no como la paloma que fue el curso siguiente) servida con chanterelles (en cantidad muy generosa), arvejas y guisantes.
Una emulsión para el Beaufort de pasto para continuar con picatostes de mantequilla dorada.
Por último, de postre, un baño de arándanos, un financiero (todavía caliente hummmm…) arándanos y helado de vainilla, exquisita! (y aún no soy un fan de hielo de vainilla).
Pensamos que hemos terminado esta deliciosa comida que se completa con una bandeja de dulces casa: macarrones, madeleines, calissons y caramelos.
Este restaurante es realmente un descubrimiento maravilloso.
El jefe Raphael Vionnet y el Director de la institución, realmente han jugado el juego y sirve un menú gourmet en el precio de un menú "básico". El chef vino a tomar impresiones de todos los clientes, y una cosa es cierta: es un entusiasta que le gusta compartir! Hizo una prioridad la satisfacción de sus clientes.
Además todos los productos son increíble frescura, algunos directamente desde el jardín de la Posada y las alianzas muy originales.
El entorno es hermoso, la vista de la cordillera blanca: excepcional!
Por último, el servicio es de alta calidad, muy acogedor, agradable y simple!
Teníamos la confianza de menú gourmet: 7 platos.
Hemos tomado como un vino de aperitivo que nos sirvieron con la boca que se divierte: una arena de carne de grisons, parmesano y una fera AIDA.
El menú comenzó con una emulsión de ensalada del jardín de la Posada. Una increíble textura, un sabor de la ensalada y una sensación de aire…
Luego continuamos con un excelente foie gras confitado, acompañado de sorbete de fresa y ruibarbo, TOP!
Hemos tenido la voluntad, la cocina fue perfecto y muy tierno pescado, servido con una emulsión de fane, setas japonesas, rábano blanco y nueces trituradas, que trajo la crisis al plato
Seguimiento para mí por char (no como la paloma que fue el curso siguiente) servida con chanterelles (en cantidad muy generosa), arvejas y guisantes.
Una emulsión para el Beaufort de pasto para continuar con picatostes de mantequilla dorada.
Por último, de postre, un baño de arándanos, un financiero (todavía caliente hummmm…) arándanos y helado de vainilla, exquisita! (y aún no soy un fan de hielo de vainilla).
Pensamos que hemos terminado esta deliciosa comida que se completa con una bandeja de dulces casa: macarrones, madeleines, calissons y caramelos.
Este restaurante es realmente un descubrimiento maravilloso.
El jefe Raphael Vionnet y el Director de la institución, realmente han jugado el juego y sirve un menú gourmet en el precio de un menú "básico". El chef vino a tomar impresiones de todos los clientes, y una cosa es cierta: es un entusiasta que le gusta compartir! Hizo una prioridad la satisfacción de sus clientes.
Además todos los productos son increíble frescura, algunos directamente desde el jardín de la Posada y las alianzas muy originales.
El entorno es hermoso, la vista de la cordillera blanca: excepcional!
Por último, el servicio es de alta calidad, muy acogedor, agradable y simple!